Aprende a diferenciar un suplemento alimenticio de los productos milagro

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Rodrigo Mancilla, Lic en Nutrición

Una dieta bien planeada cubre perfectamente los requerimientos nutrimentales, en ciertos casos se puede recurrir a un suplemento cuando hay algún impedimento para que la nutrición se lleve a cabo, también en algunos casos puede ser práctico (en viajes), u obtener el ingrediente específico que buscamos (creatina en polvo en lugar de consumir mucha carne roja) y para consumir mayor cantidad de calorías (gainers por ejemplo). Cuando hablamos de productos para complementar nuestra alimentación o de suplementos tenemos que tener en cuenta varias cosas a la hora de elegirlos, sabemos que por un lad o intentamos aportar a nuestro organismo lo mejor para mantener nuestro estado de nutrición y de salud, pero por otra parte puede haber un riesgo al consumirlos, sobre todo si hacemos una mala elección. Este artículo intentará despejar algunas dudas al momento de comprar un suplemento.

Algo importante para comenzar es tomar en cuenta que en cada país hay diferentes instituciones encargadas de la vigilancia de los suplementos alimenticios, en Estados Unidos es la FDA (Food and Drug Administration) mientras que en México es la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios). Por lo tanto si compramos en México un suplemento que “avala” la FDA, seguramente se trata de algún ingrediente tal vez permitido en los Estados Unidos, pero no significa que en México sea igual.

En los últimos años ha quedado claro que los suplementos en México deben cumplir ciertas características que podríamos aprender a identificar para poder constatar al menos de forma parcial si se trata de un producto adecuado o posiblemente de un producto milagro, caracterizados por evadir la normatividad.

Sobre el contenido de sus ingredientes que podemos tomar en cuenta:

-Un suplemento puede contener: Hidratos de carbono, proteínas, ácidos grasos, algunas plantas (no todas), pueden tener además uno o más ingredientes, pueden tener o no vitaminas y minerales.

-Por otro lado, en un suplemento está prohibido que contenga: procaína, efedrina, yohimbina, germanio, hormonas, y algunas plantas no permitidas.

-Tampoco es un suplemento si es inyectable, o tiene algún ingrediente prohibido como los mencionados anteriormente, o menciona alguna propiedad terapéutica en su publicidad como lo veremos enseguida.

En cuanto a la publicidad de los suplementos, no está permitido afirmar que el producto tiene una utilidad en un grupo de población en específico, por ejemplo no se puede mencionar que es “para diabético” ni tampoco pueden promocionarse en algún beneficio para algún padecimiento, por ejemplo “baja de peso”, “reduce tallas”, “controla la glucosa”, “mejora el sueño”, etc.

Muchas personas se preguntarán ¿por qué no se puede decir estas “cualidades”? la respuesta la podemos ejemplificar fácilmente, si una persona con alguna enfermedad por ejemplo diabetes, acude a una tienda a comprar un suplemento que diga: “controla la glucosa sin medicamentos” “baja de peso sin ejercicio” etc., es muy probable que esta persona incluso deje de tomar sus medicamentos o subestime la importancia de su dieta en el control de la enfermedad, provocando un control metabólico deficiente.

Para muchas personas al no saber identificar estas diferencias, es más fácil que elijan un producto milagro que promueva cualidades que no están permitidas para declarar en los productos, incluso pensando que los productos que no describen cualidades están incompletos, grave error.

Algo que nos puede acercar un poco más a  diferenciar los productos adecuados de los productos milagro es que la mayoría de productos milagro poseen nombres que orientan su función, lo cual no está permitido, ya que al tener un producto que tiene tal función muchas personas pensarán que es la solución definitiva, cosa que está muy lejos de serlo. También están prohibidos los elementos gráficos, por ejemplo un corazón que quiere dar a entender “beneficios cardiovasculares”, una silueta delgada que orienta a pensar “esto es para bajar de peso” o incluso deportistas realizando grandes hazañas o con gran cantidad de masa muscular que hará pensar que ese producto por sí solo “aumenta la masa muscular” o me hará “rendir”, “recuperarme mejor” en todos estos casos las personas están siendo engañadas.

¿Qué hacer? Bueno, por otro lado si mi doctor o nutriólogo me recomendó un suplemento con ácidos grasos omega 3, lo ideal es buscar el que contenga la dosis que nos indicó, además el producto no debe tener un nombre alusivo de beneficios a la salud ni tener imágenes que se refieran a que mejoran aspectos de la salud cardiovascular parecidos a los ejemplos antes mencionados, ya que aunque la persona consuma tal producto, si su dieta no es realizada como se le prescribió o no sigue las pautas de actividad física, poco efecto tendrá tal producto.

Lo negativo de los productos milagros radica en que son productos que además de exagerar su publicidad y tener nombres que nos hacen pensar en sus beneficios, no suelen contener información como los datos del fabricante, en algunos casos donde lamentablemente se intoxican las personas (por algún extracto herbal prohibido por ejemplo), no se puede dar con los fabricantes a pesar del riesgo de salud al que estuvimos expuestos. En el mejor de los casos son productos que no tienen los ingredientes que dicen las etiquetas o no sirven, lo único que adelgazan es nuestra cartera.

Actualmente la COFEPRIS realiza vigilancia en muchas tiendas bien establecidas para controlar esta situación y que sea más seguro obtener algunos productos en tiendas que sean confiables, pero sabemos que aún predominan en mercados o en gimnasios suplementos regularmente provenientes de Estados Unidos, muchas veces vienen contaminados con sustancias prohibidas como hormonas o estimulantes o también ocurre a veces que no contienen la cantidad de los ingredientes que mencionan en sus etiquetas, en otras ocasiones añaden una droga que hace funcionar un producto (ejemplo un «quemador») y cuando son multados la retiran, pero las personas aún siguen manteniendo una opinion positiva hacia el producto porque «funcionaba».

Cabe mencionar que en atletas también hay que considerar que sólo pueden recomendarse suplementos certificados de que no contienen sustancias que puedan ocasionar un doping positivo, no se confíen hasta en algunos suplementos vitamínicos se ha llegado a encontrar sustancias u hormonas no declaradas en la etiqueta.

Espero les haya servido este artículo. ¡Bonito día!

CONTACTO

rodmanci@gmail.com

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